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miércoles, 28 de julio de 2021

CICLOS

 Todo en la vida son ciclos, pero la longitud de la onda es cada vez más corta, tendiendo poco a poco a disipar la energía hasta desaparecer en el desorden, cuestión de entropía, de termodinámica. 

También en julio hay ciclos y junto a los placeres químicamente  mediterráneos hay momentos para el desasosiego. Los niveles de dopamina y de serotonina de tu cerebro bajan y la memoria se vuelve a llenar de la soledad de otros tiempos. Se tiñen de melancolía estos paisajes y mientras la brisa te golpea la cara recuerdas viejos sueños y  repasas tu inocencia en los momentos más importantes, cuando el tiempo era aún tu aliado y construías el futuro a tu medida. El mes de julio significaba el tiempo a granel, las tardes largas y saladas, las noches estrelladas y mágicas. El mes de julio representaba el orden del tiempo paralizado, sin medida, con el esplendor del sol representando la armonía del mundo y las lunas llenas iluminando la noche para disfrutar de la piel del verano. 


Pero ahora ya no eres un ignorante, los ciclos no representan el eterno retorno, y sabes que las leyes de la termodinámica hacen que el tiempo fluya en una sola dirección de manera irreversible hacia el desorden total que es la muerte de tu memoria, que es la que escribe ahora mismo.


lunes, 19 de julio de 2021

VUELVE EL MES DE JULIO

 Perdonen si me repito. Pero todo son ciclos y es julio el que se repite cada año cuando vuelve con sus largos días. 

Esta mañana me he despertado con el murmullo suave de las olas. Me levanto y abro los ojos frente al mar,  después persigo el olor del café y las tostadas. Un paseo en bicicleta y compra de frutas y verduras del terreno. Claro, claro que el melón no puede faltar. Un buen baño en una playa tranquila y una conversación bajo un generoso sol. Risas, nada de política, ni de enfermedades. Otro baño, un plato de arroz al horno y una siesta digestiva, con el tour de Francia de fondo. Una buena lectura y que el tiempo fluya hasta hacer coincidir la puesta de sol con un buen paseo cerca del mar. Que el sol se funda con el horizonte quebrado de la Serra d’Espadà mientras en los auriculares suena aquella música que te transporta a felices tiempos del pasado.  El atardecer también lo puedes saborear en un chiringuito junto al mar y una cerveza muy fría donde merecería sonar  alguna melodía de Cole Porter. 

Aún te queda un buen trozo de noche estrellada con una brisa que invite a la tertulia y a la esperanza. Es momento de celebrar la intemperie, y de recordar que los sueños, sueños son. Buenas noches.