- "Quedémonos ahora en esta vehemente sospecha de que el ansia de no morir, el hambre de inmortalidad personal, el conato con que tendemos a persistir indefinidamente en nuestro ser propio y que es, según el trágico judío [Spinoza], nuestra misma esencia, eso es la base afectiva de todo conocer y el íntimo punto de partida personal de toda filosofía humana".
Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida, Madrid, Espasa Calpe, 1976 p. 53
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