"Davant de la mar, un queda
sempre amb un pam de nas. La mar és impintable, indescriptible, inaferrable,
incomprensible i d'una indiferència total."
El quadern gris. Josep Pla
Aquí, frente al mar, se me ilumina la conciencia, y abro de par en par las
puertas de la nostalgia. Me gusta pasear por la orilla envuelto con aquella
música que me acompañó, y una corriente emocional me arrastra inevitablemente
al inquietante misterio del tiempo.
Aquí, frente al mar, me doy perfecta cuenta de quien fui y de quien soy. En
lo más profundo del cerebro permanecen aquellas tardes saladas, y aquellas
noches húmedas pegadas a canciones de amor. Me gusta volver cada verano a este
mismo mar dorado que me prometía excitantes viajes, que inunda de nostalgia
cada paseo y me recuerda lo que nunca más volveré a ser ni a soñar. Las
estaciones se repiten y vuelven cíclicamente, como las olas, pero el tiempo se
encarga de apaciguar los ánimos y de allanar el futuro.
Aquí, frente al mar, he vivido momentos de gozosas glorias, he confesado
amargas derrotas, he experimentado la quietud, la inquietud, la soledad, la
calma, el amor, la textura de estar vivo. En el mar se fusionan el tiempo, la música y
la memoria.
Aquí, frente al mar, el más inconmensurable de los paisajes.
El mar nos hace reaccionar de forma parecida, si bien la nostalgia me corroe el estomago. La desazón que el tiempo ha moldeado en mi mente, se desborda cuando oigo el romper de las olas. Cuando leí el otro día tu anterior entrada escuche la melodía que citabas de Los Pequenikes. ¡Que dolor! que reacción ocasionó en mis neuronas para que me sintiera tan mal. Bueno, pensé, otra canción más en la lista de las de ¡No oir!
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Me gustaría que leyeras entradas antiguas parecidas a esta y que dieras tu opinión. Un saludo.
ResponderEliminarHe leido todas tus entradas y puedo asegurarte que compartimos millones de genes o a lo mejor, no compartimos unos pocos. Tu dirás cual de las dos afirmaciones es la correcta. Sí, soy valenciano y como tu desde niño he saboreado las mieles del Mediterráneo. Continuo disfrutando algunos de sus indudables placeres que desbordan los paisajes, sobre todo como tú dices, los olores del amanecer y su diversidad cromática, algo de una belleza inigualable. De los sonidos convendrás conmigo, se han perdido las melodçias que nos dejaban las chicharras, grillos y búos marinos. Pero me chirrían en el alma algunas de las canciones que relaciono con aquellos recuerdos, digamos marinos. Algo parecido a lo que le ocurría a Alex (naranja mecánica)
ResponderEliminarVeo que el cine es tu pasión, en eso no acabamos de congeniar. Aunque me gusta, no tengo mucho interés. Si que has nombrado varias películas que me gustan. Si te doy mis favoritas me quedo con : Hasta que llegó su hora, Titanic, El puente de los espías, Rambo, La escopeta nacional o Gladiator. De las clásicas me quedo con: Un tranvia llamado deseo y Lo que el viento se llevó y es que me encanta Vivian Leigh.
Una ilusión que tengo es poder ver una de estas películas en un cine de verano y a poder ser con el ruido de las olas del Mediterráneo de fondo, con ese olor a sal y con la luna llena baja sobre el horizonte.
Que texto más hermoso!!!!! Estoy fascinada con la maravillosa persona que debe haber detrás de unas palabras tan profundas y llenas de belleza. Ya me considero una admiradora tuya. Un saludo
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