Tengo
una certeza que me permite entender la esencia de la vida y que constituye una
sólida base para construir el conjunto de conocimientos y opiniones que tengo
sobre la naturaleza del ser humano y su lugar en el mundo. Esta certeza es
la idea derivada de la teoría darwiniana
de la evolución según la cual el hombre es un animal como los demás que se ha
forjado tras millones de años de peripecias evolutivas sometidas a selección natural.
Con
este punto de partida es más fácil entender la importancia del sexo y de la
selección de pareja en el comportamiento humano de cualquier tiempo y de
cualquier lugar, los potente lazos sentimentales en la familia y no en la tribu, la búsqueda
de notoriedad dentro del grupo para mejorar los recursos y la mezcla de
egoísmo y cooperación con que el cerebro
humano logra gestionar las necesidades que tiene como animal. Pueden buscar excepciones, pero el potente
apego entre una madre y su hijo solo es explicable admitiendo una naturaleza
humana con fuertes raíces en su pasado evolutivo. También así comprendo mejor
el importante papel del padre en la crianza o la hondura del sentimiento
amoroso y de todos los vínculos de sangre.
Como
los demás animales somos arrojados al mundo sin ningún derecho natural y es la
cooperación entre individuos y la necesidad de la defensa social la que nos
obliga a cumplir unos deberes y nos permite reclamar unos derechos que mejoren
nuestro bienestar.
Nuestra
aventura evolutiva nos llevó a un aumento de la inteligencia gracias a una
extraordinaria complejidad cerebral que hizo posible la aparición de sociedades donde la esperanza y la calidad de
vida se incrementaron notablemente, lo cual
deberíamos reconocer y agradecer. Esta complejidad cerebral, trajo
consigo la aparición de un sentimiento religioso que aliviara la soledad y la angustia frente
a la furia de una naturaleza que lucha desprovista de sentido. Así surgieron
líderes que con su charlatanería prometían incluir al clan en un plan cósmico,
proporcionando también unidad y estabilidad en grupos cada
más amplios que resistieron mejor el paso del tiempo. Hasta que
apareció la ciencia, que con su método permite extraer información
y orden del entorno de manera eficaz, y veraz, y ha logrado desarmar al hombre frente a un
ambiente cruel y un universo ciego y sin propósito. La ciencia no encuentra
ninguna finalidad y avanza inestable con tecnologías ajenas al futuro.
Pero
también tengo un misterio.¿Qué necesidad había de que la materia se
transformara en conciencia y reflexionara sobre sí misma? ¿Por qué el hombre
tiene que sufrir ante la llegada de la muerte y el retorno al abismo de la
nada? ¿Por qué tanto dolor y tanta angustia en su lucha por la supervivencia?
Los filósofos siempre se han preguntado de manera precisa: ¿por qué el ser y no
la nada? Puede que exista un enigma que no tenga nada que ver con la tecnología porque no tiene nada que ver con la materia. Puede
que ese enigma suponga el único hilo que nos mantenga atados a Dios.
Tengo
la certeza de que la evolución de la materia es un hecho pero es un misterio el porqué esta materia se ha
hecho sensible y consciente.
...proporcionando también unidad y estabilidad en grupos cada (VEZ) más amplios...
ResponderEliminarTe dejaste una palabra.
Un saludo...
Por cierto, excelente entrada!
ResponderEliminarpara responderte solo te diré: olvídalo todo.sobretodo a dios. la naturaleza no busca sentidos tan solo se mueve. y lo demás lo hizo el azar. la conciencia tan solo es una aplicacion del iphone 7 de nuestro enorme cerebro. puede ser util, puede ser dañina. todo de pende de si te ha salido bien y la sabes utilizar.
ResponderEliminar'Arrojados al mundo sin ningún derecho'
ResponderEliminarEn estos tiempos, en los que los derechos parece que superan por goleada, las obligaciones, cabe recordar a muchos esta frase tan rotunda y descomunal. Después de leer esta genialidad en esta profunda entrada, cabría recordárselo a estos forofos del animalismo con sus listas de derechos en la mochila.
Gracias por tu comentario. Me gustaría saber tu opinión sobre otras entradas del blog. Un saludo
Eliminar