miércoles, 8 de abril de 2020

MEMES Y CORONAVIRUS


Día 8 de abril. Día 26 de confinamiento. Aún no se han actualizado las cifras de hoy, pero estarán cerca de 14.000 muertos y de 150.000 contagiados en toda España. Son las cifras oficiales, pero creo que son aproximaciones poco rigurosas por la falta de test masivos que aporten datos más realistas sobre la enfermedad. El panorama sanitario puede que esté comenzando a aclararse, que la famosa curva de contagios empiece a descender y puede que el colapso hospitalario más trágico ya haya pasado, aunque seguramente nos queda una recuperación lenta y prolongada. Pero el panorama político está preparado para hervir. Los seguidores de este blog ya saben que aquí he estado absolutamente al margen de posicionarme políticamente; también ahora lo dejo para otros momentos y otros lugares. Cuestión de carácter. Pero quiero decir algunas cosas que no sé si quedarán claras para todos los lectores.

Aunque ya saben que los hechos son los hechos, las explicaciones que se dan de los hechos se amoldan  a los prejuicios que cada uno tiene y por tanto, las interpretaciones son diversas y encontradas. Pero las opiniones que algunos ladran en las redes sociales me asustan. También el panorama en la televisión es desalentador y circulan muchas ideas que se replican como los virus se replican por los hospitales.

El concepto de “meme” fue introducido hace ya mucho tiempo por Richard Dawkins en un famoso y polémico libro titulado “El gen egoísta”. Se refería a ideas que pueden pasar de un cerebro a otro y de este modo, reproducirse. Con un claro paralelismo con los genes, los memes también se someten a los procesos de variación y selección darwinianas, y son paquetes de información que aparecen con los humanos, y que afectan al comportamiento de las personas produciendo una evolución cultural semejante a la evolución biológica. Aunque la idea de meme no fue bien recibida por muchos científicos y fue duramente criticada por motivos que ahora no vienen al caso, en realidad ha sobrevivido hasta aquí, comportándose realmente ella misma como un meme que ha sido seleccionado y que continua siendo utilizado por los cerebros de muchos autores.  Son como genes, o como virus que se replican y consiguen aumentar el número de copias y permanecer en el tiempo, aunque estas ideas no tienen por qué aproximarse a la verdad fáctica  o a la utilidad social.

En estos tiempos de pandemia, es una cuestión fundamental la de sobrevivir evitando ser contagiado por cualquier tipo de virus. Existen ideas, que pueden considerarse auténticas memeces, que son auténticos  memes, también pasan de cerebro a cerebro reproduciéndose y afectando a la capacidad de ver la realidad y al comportamiento del portador. Las redes sociales consiguen que las bobadas se reproduzcan con mucha eficacia haciendo que el portador de algunos de éstos memes se convierta en un enfermo que cree que lleva la receta mágica para acabar con todos los virus. Es un memo que está convencido de estar en posesión de la verdad cuando en realidad su cerebro huele a podrido porque contiene muchos memes peligrosos que pueden ocasionar una pandemia terrible. Es difícil de contabilizar la cifra de estos memos, pero son muchos.

Pues eso. Voy a ver la cifra diaria de muertos y contagiados por el coronavirus, que también son difíciles de contabilizar.

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