Los lectores del blog pueden leer las entradas de cualquier mes de julio de los últimos años y podrán hacerse una idea de cómo he vivido este mes durante toda mi vida.
Este año era muy diferente, y estaba a punto de escribir que era el peor mes de julio de mis últimos años. Pero no, las tardes largas y abiertas de este mes continúan siendo espléndidas, regadas con cerveza sin filtros, con risas, sin prisas, frente a este mar que te invita a celebrar la alegría de vivir y de beber. Con un relajante baño previo a una cena despreocupada, en paz, casi con euforia, sin conflictos. Esto es lo que hay, aquí estoy en un estado equilibrado, de nuevo en armonía con este espléndido paisaje mediterráneo que siempre te ofrece la oportunidad de disfrutar cada día de estar vivo.
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