jueves, 4 de agosto de 2022

LA MEMORIA, LOS HECHOS Y LAS VERSIONES

 Ya tengo dicho que los hechos son los hechos - digan lo que digan, que diría aquel- y que las versiones se tienen cuando no se conocen con exactitud los hechos. 

También es verdad que la memoria está lejos de ser infalible, en algunas personas más que en otras, y en ocasiones es poco fiable porque su función evolutiva no es simplemente el registro impecable de lo que percibe del exterior. El ser humano tiene la capacidad de imaginar diferentes futuros posibles, de explorar y proyectar en su mente diversas posibilidades de lo que puede suceder, y para eso necesita alterar el pasado. Conserva trazas del pasado y crea un relato, una narración, que le permita construir un personaje que pueda soportar, una imagen de uno mismo más o menos coherente con sus ideales y sus obsesiones. 

Para eso, esa es su función, la memoria puede alterar el pasado y el orden de los acontecimientos llevándonos a las versiones - a muchos les gusta decir “mi verdad”. Pero, en cuanto a lo fáctico se refiere, sólo hay una verdad. 

2 comentarios:

  1. Los hechos, como Vd. bien dice, hechos son. Los hechos pueden ser adulterados en pos de un posible interés particular o colectivo, pero esta alteración de la realidad objetiva se consigue mediante un relato forzado y tramposo.
    La adulteración del hecho, repercute en la integridad moral del que así obra, y al final supone una merma significativa en la confiabilidad de esta persona.
    Un individuo íntegro, es fundamentalmente virtuoso. Virtuoso, en el caso que nos ocupa, es aquel que desprendiéndose de intereses particulares frente a la verdad objetiva (hechos), acepta ésta aunque pueda serle perjudicial. Ni más ni menos.

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