La imaginación concibe sin esfuerzo un porvenir en el que los hombres gritarán a coro: «Somos los últimos: cansados del futuro, y aún más de nosotros mismos, hemos exprimido el jugo de la tierra y despojado los cielos. Ni la materia ni el espíritu pueden seguir alimentando nuestros sueños: este universo está tan seco como nuestros corazones. Ya no hay sustancia en ninguna parte: nuestros antepasados nos legaron su alma harapienta y su médula carcomida. La aventura toca a su fin; la conciencia expira; nuestros cantos se han desvanecido; ¡he aquí que ya luce el sol de los moribundos!».
Cioran, E. M.. Breviario de podredumbre .
Cioran, E. M.. Breviario de podredumbre .
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