No hay nada
más potente y definitivo que la revolucionaria idea darwiniana de que todos los
seres vivos tienen un mismo origen, un mismo impulso vital y un mismo fin. En
esencia, un microbio, una tortuga, un pingüino o un ser humano comparten la
misma historia de amor.
Pero el
principal misterio radica en que esta idea forma parte de los pensamientos que
recorren el cerebro de un hombre en mitad de la noche.
La idea darwiniana esa no deja de ser un modo de comprensión. Y toda comprensión sólo puede realizarse bajo un ámbito de transcendencia, por mucho que se intente arrinconarlo. Ese "recorren el cerebro de un hombre" por ejemplo, es un intento de expresar inmanentemente la transcendencia que se consigue enunciando lo que transciende a parametros propios de los enunciados que formalizan la comprensión. Pero siempre e inevitablemente lo que hay en toda comprensión hecha desde la ciencia natural, es un ámbito de transcendencia. Usted remarca muy bien lo que se soslaya, al decirnos: "el principal misterio radica".
ResponderEliminarUn saludo.
Bonita reflexión, Miquel.
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