"Davant de la mar, un queda
sempre amb un pam de nas. La mar és impintable, indescriptible, inaferrable,
incomprensible i d'una indiferència total."
El quadern gris. Josep Pla
Aquí, frente al mar, se me ilumina la conciencia, y abro de par en par las
puertas de la nostalgia. Me gusta pasear por la orilla envuelto con aquella
música que me acompañó, y una corriente emocional me arrastra inevitablemente
al inquietante misterio del tiempo.
Aquí, frente al mar, me doy perfecta cuenta de quien fui y de quien soy. En
lo más profundo del cerebro permanecen aquellas tardes saladas, y aquellas
noches húmedas pegadas a canciones de amor. Me gusta volver cada verano a este
mismo mar dorado que me prometía excitantes viajes, que inunda de nostalgia
cada paseo y me recuerda lo que nunca más volveré a ser ni a soñar. Las
estaciones se repiten y vuelven cíclicamente, como las olas, pero el tiempo se
encarga de apaciguar los ánimos y de allanar el futuro.
Aquí, frente al mar, he vivido momentos de gozosas glorias, he confesado
amargas derrotas, he experimentado la quietud, la inquietud, la soledad, la
calma, el amor, la textura de estar vivo. En el mar se fusionan el tiempo, la música y
la memoria.
Aquí, frente al mar, el más inconmensurable de los paisajes.