Buscar este blog

domingo, 31 de enero de 2016

LA ÚLTIMA VEZ

Mañana me levantaré y caminaré.

Reflexiono sobre la idea de que llegará un día en que lo haré por última vez. Será la última vez que  mis pulmones se hinchen para respirar. Habrá un último latido, un último grito mudo en el silencio oscuro. Habrá una última vez para los gestos suaves de amor que les dedico a mis hijos antes de irme a dormir. Unas últimas gotas de ternura. Será una última noche que me inundará un sueño sin reglas.

Nada importarán aquellos antiguos anhelos de conquistar lo absoluto a través del sentimiento más puro ni los innumerables gestos de generosidad inocente. De nada servirán aquellos lejanos deseos de llevarse el mundo por delante y de ser invencible en el definitivo abordaje. El tiempo y la nada se fundirán en el abismo, y nada servirá de nada.

Hemos adquirido esa extraña capacidad que nos lleva a imaginar nuestra propia aniquilación. Por eso se creó la fe a la que puede uno aferrarse, aunque puede que no sea suficiente, o puede que no se tenga. De cualquier manera, la certeza de que no hay solución crea una angustia que destroza el alma. Ese es el principal tema. El único drama.

Mañana me levantaré y caminaré, y caminaré erguido, pero esta tragedia de fondo seguirá en mi mochila durante el resto del viaje. Hasta que empuje mis lágrimas hacia dentro por última vez.


No hay comentarios:

Publicar un comentario