Steven Pinker en su imprescindible obra “La tabla rasa” combate tres dogmas que han dominado las ciencias sociales
de los últimos años y que se han extendido más allá del ámbito académico impregnando creencias
éticas y políticas.
1.-“El hombre es una tabla rasa”, es decir, la mente no tiene características innatas y todo el conocimiento procede exclusivamente del aprendizaje, y por tanto de la cultura.
2.- “El buen salvaje”, hipótesis de Rousseau según la cual el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe.
3.-“El fantasma en la máquina”, o sea, la creencia de que existe un alma que toma decisiones sin tener en cuenta sus bases biológicas.
1.-“El hombre es una tabla rasa”, es decir, la mente no tiene características innatas y todo el conocimiento procede exclusivamente del aprendizaje, y por tanto de la cultura.
2.- “El buen salvaje”, hipótesis de Rousseau según la cual el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe.
3.-“El fantasma en la máquina”, o sea, la creencia de que existe un alma que toma decisiones sin tener en cuenta sus bases biológicas.
Pinker
rechaza la idea de que una base biológica de nuestro comportamiento
suponga una amenaza contra la dignidad y los valores humanos y señala
la necesidad de establecer puentes que unan la biología y la cultura. En el libro propone
los siguientes:
1.- La psicología cognitiva, según la cual el mundo mental se puede asentar en el mundo físico
mediante los conceptos de información, computación y retroalimentación
Según esta teoría, denominada teoría computacional de la mente
es posible explicar los recuerdos, los deseos, las creencias sin invocar a ningún
“fantasma en la maquina”.
2.- Las neurociencias cognitivas, nuestro mundo interior no es más
que actividades fisiológicas de los tejidos cerebrales. El dualismo de
Descartes no parece que goce de ningún prestigio en las neurociencias actuales.
3.- La genética conductual, que estudia la influencia de los
genes en nuestra conducta. El estudio de gemelos univitelinos ha demostrado que
algunas características mentales, y algunas enfermedades tradicionalmente
reservadas a explicaciones ambientales tienen un componente genético
importante.
La importancia de los genes en la organización del cerebro ha
empezado a ser puesta de manifiesto en los últimos años y creo que continuará
aumentando a medida que la genética molecular vaya creciendo.
4.- La psicología evolucionista, que pretende estudiar la
historia filogenética y las funciones adaptativas de la mente. Al igual que el
corazón o los ojos, la mente se desarrolló para solucionar problemas en la
historia evolutiva de nuestros ancestros.
No sorprende que estas cuestiones sean objeto de numerosos y acalorados debates.
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