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jueves, 29 de diciembre de 2011

PAUL NEWMAN

Nació en Ohio en 1925, en una familia acomodada que tenia un negocio de artículos deportivos. Siendo un niño, actuó en obras teatrales impulsado por su tío, actividad que continuaría durante toda su etapa de estudiante.
Deja los estudios para alistarse a la marina donde su daltonismo le impide ejercer de piloto, una de sus grandes pasiones. La suerte hizo que se librara de una muerte segura durante la II Guerra Mundial. En mayo de 1945 una ligera indisposición del futuro actor le impide estar en un portaaviones que fue atacado por aviones kamikazes donde murieron 346 marineros - entre ellos, todo el contingente del escuadrón de Newman.
Al acabar la guerra estudia Económicas y posteriormente Arte Dramático en Yale. Al acompañar a una amiga a hacer una prueba para la mítica escuela de interpretación Actors Studio, lo aceptaron en otro ejemplo de "suerte Newman". "Se equivocaron e interpretaron mi sincero espanto como una actuación sincera" aseguró Paul.
En 1953 debuta con éxito en Broadway en la obra de teatro Picnic, que le abre las puertas del cine con El cáliz de plata (1954), película duramente criticada por el propio Newman, que consideró la posibilidad de no volver a actuar. Pero dos años más tarde, un papel que tenia que interpretar su malogrado amigo James Dean le supuso su gran oportunidad:  Marcado por el odio de Robert Wise en el que interpretó de manera impecable al boxeador Rocky Graziano, ganando el aplauso de la crítica. Solamente en un año, 1958, estrena cuatro films: La gata sobre el tejado de zinc, película de Richard Brooks  coprotagonizada por Elizabeth Taylor, que adaptaba una obra teatral de Tennessee Williams, y que le valió su primera nominación al Oscar.; El largo y cálido verano de Martin Ritt;  El zurdo de Arthur Penn, espléndido film de culto sobre la vida de Billy el Niño, y Un marido rico de Leo McCarey. 
Newman se convirtió en uno de los actores más importantes de las siguientes décadas. En 1961 protagonizó bajo la mirada de Robert Rossen al inmortal Eddie Felson en  El Buscavidas, una reflexión sobre el fracaso y la soledad. Le siguieron  entre otras: "El Premio" (1963), "El más salvaje entre mil" (1963),la magnífica La leyenda del indomable (1963) de Stuart Rosenberg y la inolvidable Dos hombres y un destino (1969), dirigida por Geoge Roy Hill, película ganadora de cuatro premios Oscar, donde Newman interpretaba a Butch Cassidy y su compañero era Robert Redford en el papel de Sundance Kid. Esta fue la primera y exitosa colaboración con el director George Roy Hill y el actor Robert Redford, trío que repetiría unos años después con mucho éxito en "El Golpe (1973). Trabajó para John Huston en El juez de la horca" (1972) y "El hombre de Mackintosh" (1973), y en el film de catástrofes El coloso en llamas (1974) de John Guillermin. De nuevo con Rosenberg  protagonizó Con el agua al cuello (1975)
Desde finales de 1970, comenzó a interpretar personajes maduros en grandes películas como "Ausencia de malicia" (1981), de Sydney Pollack, o "Veredicto final" (1982), un excelente drama judicial de Sidney Lumet. Por estas dos últimas películas volvió a ser nominado al Oscar, un premio que se le resistió hasta el fin de su carrera. En 1985 fue galardonado con una estatuilla honorífica y un año después logró, por fin,  el Oscar al mejor actor por "El color del dinero(1986), una película dirigida por Martin Scorsese y co-protagonizada por Tom Cruise.
Con posterioridad volvió a ser nominado como mejor actor principal por "Ni un pelo de tonto" (1995) de Robert Benton, con quien también haría Al caer el sol (1998).  En último trabajo para el cine volvió a ser nominado como actor secundario por "Camino a la perdición" (2002) de Sam Mendes.


También produjo y dirigió films como "Raquel, Raquel" (1968), donde dirigió a su esposa Joanne Woodward. La película obtuvo una nominación a los premios Oscar en la categoría Mejor película. Volvería a dirigir a su esposa en la adaptación de Tennessee Williams del año 1987 El zoo de cristal.
 
Saber sujetar su chaqueta sobre la espalda. Sonreir con la mirada azul de un pillo respetable. Bebedor de cerveza. Valeroso, discreto,  sensible. Fielmente casado con la actriz Joanne Woodward, envejeció con la belleza y dignidad de los más grandes.


Lejos de la majestuosidad o el endiosamiento de Brando, un autentico río de magnetismo fluye de su rostro  cuando ríe, cuando sufre, cuando parece que anda perdido,cuando se emborracha, cuando es fuerte, cuando está desvalido, cuando se hace el chulo, cuando bromea. Siempre con una autenticidad cercana al espectador, aportó a sus  personajes la capacidad de fascinar con  limpieza con su cara insultantemente guapa.


Una autentica estrella del cine que nos ha regalado memorables momentos de cine y que en los últimos días de su vida quiso estar alejado de circos y homenajes. Se retiró de este mundo de forma tranquila, rodeado de sus seres más queridos. Elegante hasta la muerte. Siempre quedarán sus miles de imágenes con la irónica sonrisa y la mirada pícara y azul de uno de los rostros masculinos más bellos de nuestra especie.