Hija de un abogado y de la actriz británica Lilian Fontaine, nació en 1917 en Japón. Sus padres se divorciaron cuando contaba dos años, y ante el delicado estado de salud de sus hijas, su madre se trasladó con ellas a California, con una Joan aquejada de anemia, de la que pronto se recuperaría.
A los 17 años quiso seguir los pasos de actriz de su hermana, Olivia de Havilland, y pese a la resistencia de su madre, empezó a aparecer sobre los escenarios hasta que en 1935 debutó en el cine. Participó en una docena de papeles sin demasiada fortuna, excepto el clásico de aventuras Ginga Din de G. Stevens y Mujeres de G. Cukor hasta que su destino se topó con el famoso productor David O Selznick, que estaba buscando protagonista para el papel de Rebeca, film que supondría el debut de Alfred Hitchcock en Estados Unidos. Tras un largo y duro casting, Joan se hizo con el papel y fue candidata al Óscar. La actriz interpreta a una joven dulce y exquisita (su nombre no aparece en todo el film) que tiene que superar la presión de la misteriosa Rebeca y de una de las presencias más inquietantes del cine, la inolvidable ama de llaves (Judith Anderson).
En España tuvo tanto éxito que el tipo de jersey que viste la protagonista recibió el nombre de rebeca, aceptado por
Aunque ese año no ganó el Óscar, lo ganó al año siguiente por Sospecha, que también dirigió Hitchcock. Este año tuvo que competir con su hermana Olivia a la que, rechazó las felicitaciones al subir a recoger su galardón, dejando en evidencia la mala relación existente entre ellas.
En la década de los cuarenta protagonizó diversos films como el colorista El pirata y la dama de Mitchell Leisen, la fiel adaptación de la novela de Charlotte Brontë Jane Eyre de Robert Stevenson, y con Orson Welles de pareja protagonista. Pero sobre todo interpretó a la maravillosa Lisa de Carta de una desconocida (1948), intenso y genial drama romántico de Max Ophüls. Joan esta espléndida en el papel de la frágil adolescente de mirada limpia en busca de su príncipe azul, y como la mujer sofisticada y hermosa en que se convierte posteriormente; siempre entregada a un apuesto pianista bohemio y despreocupado (Louis Jordan).
Su rendimiento en los años 50 fue menor y apareció en menos
producciones que en la década anterior. Sus películas más destacadas en este
período fueron el clásico de aventuras medievales Ivanhoe
(1952) de Richard Thorpe, la adaptación de Shakespeare Otelo (1952) de Orson Welles, El
bígamo, de Ida Lupino (1953) o el drama de Fritz Lang, Mas allá de la duda (1956)
P.D. Joan falleció en California a los 96 años de edad el 15 de diciembre del año 2013
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